Mientras que las mutuas y las aseguradoras privadas ofrecen servicios de fisioterapia dentro de un marco más amplio de atención médica, las clínicas de fisioterapia privadas proporcionan un enfoque más centrado, personalizado y rápido para la rehabilitación, con la posibilidad de acceder a servicios especializados y tecnologías avanzadas. La elección entre ambas opciones dependerá de las necesidades individuales de cada paciente y de sus preferencias en cuanto a la calidad y la personalización del servicio.
La fisioterapia desempeña un papel fundamental en la recuperación de lesiones y en la mejora de la calidad de vida de los pacientes.
Dentro del amplio abanico de especialidades que abordan los fisioterapeutas, el ámbito de los accidentes laborales se ha centrado en las mutuas de trabajo, cuyo campo es precisamente ese tipo de lesiones.
En el ámbito de las mutuas y las aseguradoras privadas, la fisioterapia se ofrece como parte de los servicios de atención médica, y se centra en abordar problemas musculoesqueléticos, neurológicos y otros trastornos relacionados con el movimiento.
En el caso de las mutuas y las aseguradoras privadas, los tratamientos de fisioterapia suelen ser gestionados dentro de una red de profesionales de la salud que colaboran con estas entidades.
La fisioterapia ha ido adquiriendo un papel fundamental en la recuperación de los accidentes y bajas laborales. Ahora bien, es muy diferente la fisioterapia que se proporciona en una mutua respecto a una clínica privada. No es que una sea mejor que otra, son conceptos totalmente distintos, y cada una se adapta mejor a unas necesidades y expectativas del paciente.
En la mutua recibirás numerosas citas de fisioterapia, no obstante, compartirás la sesión con varios pacientes de forma simultánea, por lo que el fisioterapeuta tiene que atenderos a todos. Estas sesiones no tendrán un coste para ti como paciente.
La fisioterapia en la mutua se centrará en enseñarte una rutina de ejercicios en el gimnasio, que deberás realizar de forma autónoma, combinado con algún tipo de terapia que te haya recetado el médico rehabilitador, como puede ser:
Por último, el fisioterapeuta puede realizar contigo unos minutos de terapia manual.
Los pacientes que requieren servicios de fisioterapia pueden acceder a una variedad de técnicas y enfoques terapéuticos, adaptados a sus necesidades específicas. Estos servicios se ofrecen con el objetivo de acelerar la recuperación, mejorar la funcionalidad y minimizar el dolor.
Por otro lado, acudir a una clínica de fisioterapia privada presenta varias ventajas significativas para aquellos que buscan una atención más personalizada y enfocada en sus necesidades individuales. Algunas de estas ventajas incluyen:
Sí, de hecho es nuestra recomendación.
La mutua es un servicio que tienes cubierto durante tu baja laboral, por lo que hay que aprovecharlo. Además, es obligatorio que asistas a las sesiones y, especialmente a las revisiones médicas. Por lo que nunca debes dejar de ir a la mutua.
Nuestra recomendación es combinar la mutua con la clínica de fisioterapia privada. El motivo es que en la clínica de fisioterapia privada, la atención es individualizada, por lo que el fisioterapeuta trabajará contigo durante los 45′-1 hora que dure la sesión, por lo que los avances son muy notorios.
Por otro lado, si escoges una buena clínica de fisioterapia, la tecnología de la que disponen es mucho más avanzada y por lo tanto, te ayudarán a recuperarte más rápido y a reducir el dolor.
Las clínicas privadas de fisioterapia tienen un coste por el servicio que ofrecen, pero recuerda que la mejor inversión es tu salud.
Te ofrece un servicio profesional donde las personas son lo más importante para nosotros.
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